28 jul 2010

CONTRAFÁBULA (en directo con música)

Un poema mío bastante conocido (¡qué presunción!) al que tengo especial afecto porque siempre ha dado mucho juego en los recitales y porque dio nombre a mi antología en la que reuní completas mis primeras ocho publicaciones. Además es casi una declaración vital.
YA SABÉIS, SI SE CORTA EL VIDEO, DAD A LA PAUSA Y DEJAD QUE CARGUE.
Se llama Contrafábula.

6 comentarios:

Mari Carmen Azkona dijo...

Quién no quisiera ser cigarra y se ve obligado, en la realidad, a ser hormiga...menos mal que encuentro puentes que unen las dos orillas y que, de vez en cuando, me permiten cantar la vida.

Besos y un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Yo creo que el fondo del poema, MC, está más en la actitud que en la realidad obligada a la que casi todos estamos sometidos...aunque siempre hay un momento en que hay que elegir la huida o el combate con las armas del mundo. Hay un gran dicho: "Si luchas demasiado contra los dragones al final te conviertes en uno de ellos".
Enri, yo estuve allí escuchándote...y este poema lo hemos compartido tantas veces que ya sabes lo que pienso.
Uno es siempre lo que piensa y siente, no lo que hace. Incluso, algunas veces, lo que hace.

Port

(Mientras el mundo pone a todos fechas de vacaciones, presencias y ausencias)

Enrique Gracia Trinidad (EGT) dijo...

Son inteligentes mis amigos. Cómo analizan, cómo argumentan. Y ambos con buena razón.
Detrás de ese poema siempre estuvo mi idea de que al que se dedica al arte (la poesía, más que nada, en mi caso) siempre se le relega, como en la fábula. Primero se le utiliza como adorno, y luego se le desprecia porque "no es útil, no sigue la norma, no se doblega a las leyes de la producción"
Es la gran hipocresía del mundo en que vivimos.
Por otro lado está el trabajo constante... virtud de la que a veces dudo y sólo me sirve para subsistir obligadamente (como dice MC Azcona)
Al final del texto ("La vida no es más que lo que aqui cantemos") llega la decisión que menciona Port, la hartura de luchar por lo que no vale más que para subsistir y el deseo de buscar lo que importa de veras.
Ahora recuerdo otro poema mío de mi segundo libro que tal vez diga lo mismo de otra manera. Os lo pongo aquí, con mi abrazo.
Los versos se descolocan pero da igual.

«ESTÁN LOCOS ESTOS ROMANOS», DICE OBELIX

Las batallas las ganan los más fuertes,
pero no es importante ganar una batalla.
Lo que importa de veras
es jugar en el barro con los zapatos nuevos,
o acudir tarde a clase de francés
porque hoy no llueve.

Una vez puesta la bandera
en la torre más alta del castillo,
lo verdaderamente bueno
es comer palomitas frente al televisor,
rascando las orejas del perro de la casa,
y esperar a que llegue, sin más cuentos,
la hora de la cena.

Emilio Porta dijo...

Este otro poema es la vida misma, con todo lo que lleva y conlleva...Sí, estos romanos están locos, porque el mundo como decía Pessoa en Tabacaria, es una inmensa bola girante muy grande y muy pequeña a la vez, ínfima. Y fíjate si las hormigas mentales - a eso te refieres, lo se, las otras son necesarias para el alimento y el cobijo - tienen poca importancia para el transcurso del movimiento, que no se ven ni en los telescopios imaginarios de los dioses. A nosotros,los humanos normales tampoco nos ven, aunque se nos mire desde Plutón, suponiendo que desde Plutón se pudiera mirar - todo se andará - pero los dioses, yo creo que los dioses, sobre todo los griegos, sí...En cualquier caso, Enri, toda tu obra es maestra. Sí, gran escritor, pensador, amigo también, aunque esto, para el transcurso general, no cuente demasiado.

Canta, querido, pues es el trabajo que mejor haces, el verdaderamente importante, el que, a algunos, nos conforta y reconforta, nos hace pensar, nos permite que el sueño enganchado a la tierra no se evapore cada cambio de estación, es ese. Tu Poesía, tu Literatura, es estación permanente, y si es de paso, que este paso quede como muestra de lo que alguien que pensó y sintió en los albores del siglo XXI, convirtió lo que vió y asimiló en bella, profunda, auténtica, creación literaria. Ese paso, al menos para algunos de nosotros, es permanencia.

"Una vez puesta la bandera
en la torre más alta del castillo..."

Esa es nuestra bandera, Enrique. Y, puesto que somos y nos reconocemos, aunque no seamos muchos pero seamos tanto, no habrá quien nos la quite.

Mari Carmen Azkona dijo...

No creas Enrique que a un trabajador, aunque sea una dúctil hormiga, se le tiene en mejor consideración. Es prescindible, tan sólo un número más en el balance al final del año. El problema es que no se valora a la persona, da lo mismo que se dedique a la poesía o trabaje en la construcción, que sea cigarra u hormiga.

Enrique, la primera respuesta que me diste a un comentario fue, precisamente, la última estrofa del poema “Razón de escribir”. No hay mejor razón para ser cigarra que este poema.
Tú lo necesitas y nosotros te necesitamos.

RAZÓN DE ESCRIBIR

Escribir para un tiempo
en el que no estaremos para nadie,
y en el más favorable de los casos
seremos una máscara de polvo
maquillando los libros de alguna estantería.

Escribir para un siglo, si es que llega,
menos oscuro y torpe que este siglo.
Dejar impresa la memoria:
papel, disquetes, vidrio, cerámica esmaltada,
ámbar, cuarzo o moléculas de gas.

Hacer que las palabras naveguen al futuro
como si fuesen barcos de papel
que sobrevivan hoy a su naufragio.

Escribir por si alguien, algún día,
tiene un dolor de corazón idéntico
o sufre una alegría semejante.

(Enrique Gracia Trinidad)

Besos y un fuerte abrazo.

Facu Herra dijo...

Felicitaciones!! muy bueno, me encanto de verdad! te invito a conocer mi blog, lo inicie hoy. Saludos